El Dénia consiguió un triunfo que resultó insuficiente ante el Onda, al que venció por 2 a 1 en el choque de vuelta de la primera eliminatoria de ascenso a Tercera División. El equipo castellonense se había impuesto en la ida por 2 a 0, por lo que es quien jugará la segunda eliminatoria ante el Intercity San Joan.
El campo Diego Mena registró la mejor entrada de toda la temporada, la afición respondió a la llamada realizada por los propios jugadores y un grupo de seguidores que durante toda la semana encabezados por el socio José David Molina trabajó para que al equipo no le faltase el ánimo de la grada.
Antes del comienzo del choque reapareció la mascota dianense, Super Polit, que repartió simpatía y pelotas entre los niños de la grada. El jugador Brasi, una de las leyendas del Dénia recibió un más que merecido homenaje con la entrega de una camiseta y una placa.
En el arranque del partido, los locales salieron en tromba y en apenas 15 minutos acorralaron al Onda, que no pudo salir de su área. Se circuló muy bien el balón, llevando la pelota de banda a banda para desde allí poner balones al centro del área. Esos centros no pudieron ser rematados por los delanteros dianenses, ya que los centrales visitantes estuvieron a un gran nivel. Los pocos balones que remataron los locales no encontraron el camino del gol.
Varapalo con el gol de Megina
El golpe más doloroso que se llevó el Dénia y toda su afición llegó en el minuto 18 cuando los visitantes montaron una contra, que llegó a Megina. El delantero lanzó un fuerte chut ante el que nada pudo hacer Maxi.
Fue un varapalo para los jugadores que enseguida recibieron desde la grada el máximo apoyo de sus seguidores. A partir de este momento el Dénia cometió el gran error de ir con un fútbol demasiado directo a buscar el gol. Faltó algo más de tranquilidad a la hora de mover la pelota, a los centrocampistas las imprecisiones les provocaron errores que aprovechó el Onda para sacudirse la presión.
El control del balón fue de los locales, que se empeñaron una y otra vez en colgar pelotas que claramente favorecieron el despeje de la defensa rival.
En el minuto 39, en uno de los múltiples saques de esquina que ha realizado el conjunto que dirige Diego Miñana, un defensor visitante da con su mano al balón y el colegiado castigó con penalti. Desde el banquillo se señaló a César para que lo lanzase, pero Guerrero estaba muy convencido y no dejó que su compañero le arrebatase el balón. Pese a lo mucho que había en juego, Guerrero optó por un lanzamiento a lo Panenka, que sorprendió al meta visitante.
Con el empate a uno, la afición volvió a tirar del equipo, que en la recta final del primer tiempo siguió con su juego directo buscando una segunda jugada que le permitiese quedarse en ventaja a la hora del remate.
El partido en la segunda mitad comenzó igual con un Dénia que le impuso un ritmo alto de juego, buscando un tanto tempranero que le hiciese meterse de nuevo en el partido. Guerrero disparó flojo a las manos de Sabater.
Los minutos fueron pasando entre centros sin remates y falta de fuelle. Las fuerzas se perdieron y pese a los cambios, el equipo apenas se refrescó. El Onda tuvo la sentencia de la eliminatoria en dos contragolpes en los que en uno estrelló el balón en la madera y en el otro, obligó a Maxi a emplearse a fondo para evitar el segundo gol.
Cuando la desesperación se instaló en la grada llegó el tanto de César, quien remató de cabeza un centro. Pero este gol llegó tarde, era el minuto 89 y todo se había acabado para un equipo que tuvo la ilusión de soñar hasta que el pitido final les dejó con la dura y cruel realidad, que fue que la temporada que viene se seguirá en la categoría de Preferente.
