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Entrevista a Concha Ballester, directora de la Setmana Internacional de la Música

23 de agosto de 2010 - 23:48

Concha Ballester Pons nació en Dénia el 14 de noviembre de 1960, en la clínica de maternidad que años después se convertiría en conservatorio de música y en el que trabajaría como profesora de guitarra.

Actualmente, Concha Ballester compagina las clases en el conservatorio con las que imparte en el Colegio Sagrado Corazón, donde se ocupa desde hace varios años de las actividades extraescolares de guitarra y de la coral infantil. Además, dirige el prestigioso festival de música clásica Setmana Internacional de Música, organizado por el Conservatorio de Música Tenor Cortis y la Concejalía de Cultura, y también es la responsable de desarrollar la programación cultural anual del Real Club Náutico Dénia.

Concha Ballester empezó a interesarse por la música desde muy pequeña: “Desde que tengo uso de razón la música ha estado con nosotros en casa. Mi abuelo paterno era un gran aficionado a la música y por parte de mi madre había algún violinista, aunque mis padres no estaban relacionados con la música, tal vez porque no tuvieron oportunidad de desarrollarse en ese campo…”. “Mi hermano mayor, Vicent, empezó a estudiar música antes que yo, y después continuamos los dos juntos”. Vicent y Concha iniciaron sus estudios musicales con Joaquín Bosca. “Vivía en Marruecos y afortunadamente se trasladó a Dénia, y gracias a él creo que se empezó a enraizar la música aquí, aparte de la Banda de Música, porque cuando vino Pepe Sendra la banda se multiplicó en alumnos”, destaca Concha Ballester. “Empecé con el piano, pero me identificaba más con la guitarra, para mí es más personal”. Más tarde se matricularían en el Conservatorio de Alicante, donde ambos hermanos finalizaron con éxito los estudios superiores de música.

En 1983, recién licenciada, Concha Ballester entra a formar parte del equipo del Conservatorio de Música Tenor Cortis de Dénia, acabado de crear bajo la dirección del violinista Agustín Moreno. “En el Conservatorio he pasado por todos los cargos, secretaria, jefa de estudios, directora, pero después de muchos años llegó un momento en que preferí dedicar más tiempo a dar clases y poder coger más alumnos”.

Volviendo la mirada atrás, Concha Ballester califica como positiva la trayectoria del Conservatorio de Dénia: “Empezamos en unos garajes de la Casa Municipal de Cultura, en un aula de 4 ó 5 m2 en la que cabía un niño, una guitarra y yo”. Si comparas cómo estábamos antes y cómo estamos ahora, estamos como reyes, pero lo cierto es que hoy en día el Conservatorio no reúne las condiciones adecuadas. También hay que agradecer al Ayuntamiento lo que ha hecho para que podamos estar en el actual edificio, pero Dénia necesita un conservatorio de verdad, creo que no hay que perder el tren porque se ha perdido muchas veces. Siempre ha estado a punto a punto, pero nunca lo hemos conseguido…”

Cuando se refiere a este tema, Concha Ballester se muestra apesadumbrada y confiesa que “llega un momento que no haces caso de lo que dicen porque hace tantos años que dicen que sí… pero al final es que no”. Me gustaría –continúa- que por fin tuviéramos un nuevo conservatorio, donde los niños puedan dar clases tranquilos, en buenas condiciones, que haya un ascensor… El colectivo de padres, profesores, alumnos estamos dispuestos a lo que haga falta, si necesitan nuestro apoyo, saben que lo tienen, pero no sé qué hay que hacer ni dónde hay que ir, no sé que es lo que falla… ya dirán los especialistas”.

En su larga trayectoria docente, Concha Ballester ha tenido la oportunidad de formar a niños y jóvenes de todas las edades y afirma disfrutar en los diferentes niveles. “Me gusta enseñar a los pequeños porque les inicias y ves como van avanzando, y a los mayores porque son más maduros y musicalmente están más formados, parece que ya quieran dedicarse a esto…”. Sobre la afición por la música en los niños y jóvenes, Concha Ballester señala que “eso no cambia con el paso del tiempo, al niño que le gusta la música, le gusta, sea ahora o hace 15 años”. “La diferencia que noto -añade- es que los padres queremos que los niños sepan cada vez más, tienen muchas actividades y no sé hasta qué punto eso es bueno. Hay niños que van a informática, a inglés, a ballet, a karate, a fútbol, al conservatorio. Veo que los niños no pueden con todo y sufro con ellos. Acaban la jornada lectiva, tienen entrenamiento, después vienen a clase… y están muertos”.

Por su experiencia profesional y personal, Concha Ballester indica que los jóvenes que estudian música suelen plantearse su futuro profesional cuando empiezan el bachiller. A partir de ahí la carga lectiva es importante y la mayoría se plantea entonces si opta por la carrera musical o prefiere enfocarse a otros estudios universitarios. Respecto a las salidas profesionales de la carrera de música, Concha Ballester comenta que hay campos muy diversos: “se pueden dedicar a la enseñanza, ser concertistas, especializarse en musicología, musicoterapia… en la carrera superior hay varios campos abiertos”.

Concha Ballester es la directora artística del festival Setmana Internacional de Música desde hace once años. En un principio, este festival estaba unido a la celebración de un curso internacional de música, al que según explica Concha Ballester “venían los mejores profesores de cuerda y grandes artistas de todo el mundo, era un equipo formidable, pero dejó de hacerse porque económicamente era muy caro”. Entre los profesionales que participaron en este curso, Concha Ballester recuerda a “Agustín Leonara, José Luis García Asensio, Manuel Barrueco, que es un guitarrista extraordinario, José Tomás, Miguel Zanetti, pianista de los mejores cantantes del mundo … te diría un sinfín de artistas… Alfredo Graus, Monserrat Caballé, Victoria de los Ángeles, que es una gran soprano. El último curso que hizo en su vida lo hizo en Dénia y el último concierto también”.

Estar al frente de la dirección artística de este importante festival le ha brindado la oportunidad de conocer a grandes músicos e intérpretes. “Es muy satisfactorio poder conocer a estos profesionales y te das cuenta de que no son orgullosos, no son divos, son muy buenos músicos y muy buenas personas. Creo que hay pocos buenos músicos que sean engreídos, yo al menos no me he encontrado con ninguno”.

Concha Ballester es una gran aficionada a la música del siglo XVI. “Es una música que me encanta, porque te traslada a ese tiempo. Tengo una vihuela, un instrumento característico de esa época, y siempre que puedo procuro estudiar su técnica, sus recursos y poner en práctica los consejos del gran maestro Hopkinson Smith”.

Concha Ballester dedica una buena parte del escaso tiempo libre que le deja su profesión, a organizar el Ciclo Cultural del Real Club Náutico Dénia. Ella confiesa disfrutar con esta labor, “me impliqué hace varios años y hemos ido ampliando la programación de verano y preparando actividades culturales durante todo el invierno (exposiciones, conciertos, conferencias…). “Todas las actividades -aclara- se organizan en el Náutico, pero están abiertas a todos, la barrera sólo es para regular el tráfico, no para impedir el paso de las personas”.

Concluimos esta entrevista preguntando a Concha Ballester por sus anhelos y deseos. “Estoy feliz con lo que hago, personalmente lo único que echo de menos es tener tiempo para mí, para tocar, para disfrutar de lo mío y también tiempo para dedicarle a mi familia, porque hay cosas que no puedo compartir con ellos y espero algún día poder hacerlo”. Y a nivel profesional añade: “También deseo que se apoye al máximo la enseñanza del conservatorio, los festivales de música… y que el ambiente cultural que hay ahora en Dénia, continúe”.

* Entrevista extraída de la Revista Cultura-Llunàtics

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