Las obras de renovación del paseo del Saladar, en el tramo comprendido entre las calles Diana y Pintor Llorens, acumulan retrasos y han provocado un creciente malestar entre los vecinos por su ejecución deficiente y la falta de avances visibles. El proyecto, que comenzó a mediados de enero con un plazo de ejecución estimado de tres meses, supera ya ese límite temporal habiendo alcanzado apenas el 75 % de su desarrollo.
Un inicio prometedor que no se ha cumplido
El Ayuntamiento de Dénia anunció en su momento esta intervención como «una obra muy rápida», destinada a renovar las aceras con nuevo pavimento, con un presupuesto de 104.000 euros más IVA. Sin embargo, la realidad dista de lo prometido. En el tramo supuestamente finalizado entre las calles Carlos Sentí y Diana, se observan ya numerosos desperfectos: baldosas sueltas o rotas, bordes mal acabados y zonas parchadas que afectan especialmente a las baldosas podotáctiles destinadas a personas con discapacidad visual, generando formas irregulares que dificultan su uso seguro.
Desde el inicio de los trabajos, los residentes han mostrado su descontento, en especial por la falta de accesos adecuados a los edificios y locales comerciales durante las primeras semanas. En varios casos, fue necesaria la intervención de la brigada municipal para instalar rampas provisionales que permitieran el paso a vecinos y comerciantes, una actuación que debería haber asumido la empresa adjudicataria.
Intervenciones de urgencia y ritmo lento
Uno de los episodios más críticos se produjo cuando la empresa abandonó la obra un fin de semana dejando una acera completamente levantada, con escombros y baldosas sueltas en el acceso a un edificio residencial, lo que representaba un serio peligro para los transeúntes. Como ya había pasado con la colocación de pasarelas en los locales y edificios del primer tramo, fue el consistorio el que tuvo que actuar de urgencia para garantizar la seguridad en la zona.
Actualmente, los trabajos han avanzado solo unos pocos metros más allá del cruce con la calle Diana, en dirección a Pintor Llorens, lo que pone en duda que la obra pueda finalizar antes del inicio del verano. El ritmo lento, sumado a la calidad cuestionable de los acabados, ha intensificado las críticas vecinales.
Desde el Ayuntamiento están al tanto de los continuos problemas que están generando los trabajos. De hecho, según explica la concejala Maria Josep Ripoll a este periódico, tanto la técnica como el director de la obra están constantemente encima de ellos para exigir avances y repetidos arreglos a muchos de los acabados defectuosos. Según Ripoll, no van a consentir que el resultado no esté a la altura de lo prometido. Pero sí, habrá que esperar para verlo, aunque ponen como nueva fecha límite el inicio del verano.
Como todo lo que se ha hecho con este alcalde, chapuzas con los mejores arquitectos.
Con el dinero del pueblo.
🤮🤮
Eso es lo bueno de Denia. Que renuevan calles y hacen zonas verdes.
Ya le gustaría a más de una persona tener un ayuntamiento que se preocupa de los barrios.
Ojalá éstas obras terminen bien.
Una cosa es tener un Ayuntamiento progresista y otra está gobernado por unos progres.
En cuánto salen de colocar banderitas de colores varios o pintar bancos de rosa,se pierden en su competencia
Que no van a consentirlo?????
YA VERAN CUANDO TERMINEM LAS OBRAS.
VA A QUEDAR TAL CUAL ESTÁ UNA CHAPUZA.
Todas las obras que pasan por manos de esta señora acaban así. Una estafa.
Totalmente de acuerdo. Y siempre es «la misma». No da una. Debe estar «agotadita»
Eso es lo que pasa cuando el ayuntamiento contrata a cualquiera en vez de a profesionales del sector.
Es vergonzoso materiales nuevos picados y rotos. Y aquí no pasa nada.
El problema no es del obrero que no tiene ni idea, el problema es de quien le pone ahí. Y ese es el ayuntamiento; la señora concejala esta tan inteligente y culta, R.
Trabajos nuevos Parcheados.
Necesitamos explicaciones esto lo pagamos todos