El concejal de Seguridad Ciudadana y Movilidad, Javier Scotto, y la concejala de Territorio, Maria Josep Ripoll, han presentado esta mañana la estrategia de la bicicleta de Dénia de cara a los próximos años.
Tras un estudio realizado durante meses, donde se ha consultado a vecinos y asociaciones, el Ayuntamiento ha elaborado la estrategia de movilidad de la ciudad para fomentar el uso de la bicicleta para desplazarse por el casco urbano. Porque ese es el objetivo del gobierno local: más bicis y menos motor.
«Es necesario pacificar la ciudad», ha señalado Ripoll. Las nuevas estrategias tendrán que paliar la peligrosidad del tráfico, pero también el ruido y contaminación que este conlleva. En esta línea, la concejala de Territorio ha querido aclarar la diferencia entre el tránsito que buscan que vaya a menos y al transporte que hay que impulsar. El tránsito es sinónimo, según el consistorio, de contaminación, también acústica, al recorrer la ciudad dando vueltas para buscar aparcamiento. En cambio, «el transporte es de un punto A a un punto B sin interferencias ni perjuicios a la ciudad».
Por ello, el Ayuntamiento centra sus esfuerzos para normalizar e impulsar el uso de la bicicleta. No obstante tiene muchos obstáculos que derribar, algunos de ellos provocados por este «tránsito» al que hacía referencia la concejala Ripoll. Los ciclistas no consideran Dénia una ciudad segura y eso es uno de los grandes impedimentos a la hora de convencer a las personas que acostumbran a desplazarse en vehículos motorizados.
El incivismo de los conductores y la inseguridad que los ciclistas sienten provoca que vecinos de todas las edades dejen su bicicleta en casa y solo la usen para ocio o deporte y no así para el transporte o desplazamientos cotidianos. Y no solo este tipo de inseguridad es la que sienten, sino también con respecto a los robos, donde la media dianense está muy por encima de la estatal (29’4% frente al 17’8% del Estado), acercando este índice a Dénia a ciudades con cifras similares como Barcelona o Sevilla, y no a otras de un tamaño similar al de la capital de la Marina Alta.
Este también es uno de los principales motivos por los que los jóvenes de Dénia no utilizan la bicicleta como transporte. El porcentaje de menores de 25 y estudiantes que hacen uso de ella es menor que la media estatal, siendo los que menos utilizan en Dénia este medio para desplazarse.
Para poner fin a estas inseguridades, devolver a los jóvenes a los pedales y la paz a los vecinos, el Ayuntamiento limitará aún más la velocidad hasta los 20 kilómetros por hora en el casco urbano y puerto, y a los 30 en las zonas del extrarradio que vean necesario, como los accesos a centros educativos. Además, ampliarán y reforzarán la red de aparcabicis con alternativas para el amarre al actual para evitar los robos, así como el solicitado bici-registro para las bicicletas de los vecinos.