Dénia ha buscado su sustento económico allá donde ha podido. En la pesca y el comercio marítimo, en la agricultura y la pasa, en la industria y el juguete, y desde hace décadas en el turismo, donde se siente cómoda. Pero el turismo es muy caprichoso, exigiendo, a la ciudad que de él quiere vivir, muchos sacrificios.
Hace unas semanas, el Observatori Marina Alta de CREAMA publicaba un estudio en el que se desvelaba que nuestra comarca es la segunda más envejecida de toda la provincia. En comparación a otros municipios cercanos, el caso de Dénia no parece especialmente preocupante en las gráficas que compartían. La edad media ronda los 45 años, por lo que la población es más joven que en localidades vecinas, especialmente del interior.
El dato que se hizo inevitablemente viral de este informe, y que recogieron la totalidad de los medios, es el de la media de edad de los residentes extranjeros, muy superior al de los locales y que tiraba para sí de la media general del municipio para envejecerla. No obstante, el propio Observatori, respondiendo a las preguntas de la periodista Itsaso Aurrekoetxea para LaMarinaAlta.com, desveló otra causa que está directamente relacionada con el principal motor económico de la zona: la fuga de talento joven.
El futuro fuera de Dénia
Entre mantener a los jóvenes y el turismo, se eligió turismo. Es incuestionable que el modelo ha aportado riqueza, repartida de aquella manera, pero mueve y genera dinero en Dénia. Ahora bien, ha sido una apuesta de todo o nada y se ha sacrificado el espacio que generaciones enteras se ven obligadas a buscar fuera.
En una ciudad donde la mayoría del empleo que se genera es en el sector servicios, ¿qué futuro tiene cualquier otra especialidad? Pues prácticamente ninguno. Basta con mirar qué porcentaje de contratos en Dénia se realizan a personas con titulación universitaria. Según los datos del propio Observatori, son solo el 7,29%. Entre las titulaciones de formación profesional de Grado Medio y Grado Superior son otro 7%. ¿Y el de personas con únicamente la educación obligada, o menos? El 75,2%. Sin ir más lejos, el 89,06% de los contratos en Dénia son del sector servicios.
Una ciudad solo para el que sirve
La adaptación de Dénia al turismo durante décadas, abandonando la inversión de cualquier otro mercado, ha hecho que se multipliquen los puestos de trabajo, pero solo en un sector. Los demás se han descuidado y los jóvenes huyen para buscar lejos un empleo «en territorios con más futuro laboral», apuntaba el Observatori Marina Alta. Todo el que no se dedica a la actividad turística echa el currículum fuera dada la poca diversidad sectorial a la hora de buscar trabajo.
El turismo como meta única también envejece la población. Si no hay oportunidades en Dénia para los jóvenes cualificados, si todas sus puertas se cierran, se van. Pero es el sacrificio que se ha aceptado, pues pese a que todo ello ya se conoce, la idea es perpetuar este modelo. Todos los esfuerzos siguen puestos en mantenerlo, estacionalizado o desestacionalizado, como se aprecia con la creación de una sede universitaria centrada en el sector o la aprobación de un Plan General Estructural en el que no se prevé un gran crecimiento del suelo industrial, ni en él hay miras de crecimiento de actividades compatibles con suelos terciarios, o industriales de baja intensidad, tipo hub tecnológico. Es decir, más dinero, sí, envejecimiento, también, y el adiós al talento joven de Dénia.
La cuestión a plantearse es posiblemente otra.
¿Qué otro tipo de alternativas se han generado para complementar el turismo? Que en Denia tampoco es tanto, ese es el problema.
No olvidemos que el comercio , la gastronomía/restauración y una buena parte de las empresas de servicios, sin ese turismo tendrían grandes problemas para obtener una cuenta de resultados que les permita seguir adelante. Cierto es, que el turismo no es el problema, la cuestión es , ¿que empresas en los sectores de la industria, las tecnologías, consultorias…etc se han creado? Estas que pueden generar mayor estabilidad.
Como ejemplo de ciudades que son grandes creadoras de empleos y por lo tanto de cotizaciones que repercuten en el interés general, se pueden poner :
1.- «Durante 2022, Madrid acogió a más de 8 millones de visitantes frente a los 7,3 millones de la capital catalana.29 oct 2023»
2.- «Se trata de Madrid, que aumenta su posicionamiento internacional y se sitúa como la tercera ciudad del mundo más atractiva para el turismo en 2023, según un ranking anual.13 dic 2023»
Por lo tanto, no parece que el turismo sea un problema, más bien un complemento claro al mercado interior, generando facturación y riqueza.Si bien no se puede esperar que los problemas coyunturales se solucionen solos, y si no, quejarse y echar la culpa a otros.
Formacion, Infraestructuras y atractivo para atraer inversión, esa es una cuestión importante y que posiblemente aportaría esa necesidad de desarrollarse a nuestros jóvenes.
Tanto Madrid como Barcelona están rodeadas de poblaciones totalmente industrializadas, ahí está la Industria en todos los sectores, el trabajo, la economía, la vida real, los bares y restaurantes son para la población no para los turistas. Que esto vengan a visitar los centros de las ciudades es otro tema ¿ Si vamos a visitar cualquier ciudad Europea donde vamos? A los dentros históricos y de ocio o a las zonas donde están todas las fábricas y los barrios obreros? No compare con Denia.
El Turismo.¿ Pero que no crea empleo «de calidad» para los jóvenes y no tan jóvenes??Pero que no genera un montón de riqueza para Denia? Los turistas no traen tanto dinero que aquí vivimos todos de ellos, en total abundancia.Dinero y riqueza que revierte en las infraestructuras y servicios de Denia que todos disfrutamos.¿ Ahora estas mentiras ya no venden?
Laboralmente, el turismo no es sostenible.
Están matando a la gallina de los huevos de oro.POR CATETOS…
Miopía total de nuestros “sabios” políticos.
El problema de “solo” mirar al turismo no sólo es la huida del talento joven. Provoca también un boom inmobiliario y de precios que hace que sea difícil vivir aquí y sea imposible encontrar vivienda estable.
Ese altísimo porcentaje de personas que trabajan en servicios y que al final tienen salarios bajos sólo unos meses al año…. poco a poco se irán o bajará tanto la calidad del servicio que espantará al turismo.
No todo vale para enriquecer a unos pocos.
Miremos hacia el futuro señores.
Y cuando «los que trabajan sirviendo», el escalafón más bajo, no pueda subsistir aquí. También se irá de aquí para buscarse la vida. Y el castillo de naipes se derrumbará.
Demuestrenme con datos que el turismo ha generado riqueza para la comarca
Lo más alarmante de este sistema es hasta cuando ,cada empresa que se ha iniciado en esta ciudad ha dado lugar a una época de degradación después de el final de la actividad ,pero siempre estos altibajos contaban con una poblacy joven para remontar ,pero ahora sí esta ciudad se quema con municipio turístico quien va a remontar la situación ,los extranjeros residen los cual venderán sus casas ,los dueños de hostelería que recogerán sus ganancias y de irán rumbo a otro lugar o los cientos de jubilados que dependen del.estado ,es para pensarlo
Gracias al Observatori, a Itsaso, y a este medio que lo hace público. Queda reflejado que siempre es necesario un equilibrio, y si no se tiene en cuenta, todo se transforma, y a veces, tal y como aquí queda reflejado, no es a mejor. No siempre todo vale. Denia siempre tuvo potencial, pero poco a poco, aunque ahora con un ritmo más desenfrenado, se le fue cambiando su ritmo, y todo tiene sus resultados, que ahora podemos ver reflejados, la búsqueda de horizontes laborales fuera de su cuidad, es una más de las consecuencias de este cambio que como dice el artículo «ha sido una apuesta de todo o nada» y buscan «en territorios con más futuro laboral». Esta es una de las grandes consecuencias, pero hay bastantes más, y no hay equilibrio.