La Guardia Civil y la Policía Federal belga han desarticulado una organización criminal que traficaba con vehículos de alta gama. Una parte de esa operación , que se ha saldado con la detención de sus dos máximos responsables, que se suman a otros cuatro arrestados en una primera intervención policial la ha llevado a cabo el juzgado de instrucción número 3 de Dénia.
Los integrantes de la banda, contaban con infraestructura en Bélgica, Holanda, Alemania, Dinamarca, Bulgaria, Italia y España, robaban vehículos de alta gama en Italia y Alemania, y falsificaban la documentación y número de bastidor de los coches para introducirlos como legales en otros países, según un comunicado de la Guardia Civil.
En la operación "Bobo-Aloixat", que ha sido coordinada por los organismos europeos Eurojust y Europol, se han recuperado siete de los vehículos robados, de un valor total de 500.000 euros.
Según han concretado las fuentes, desde mayo, agentes de la Guardia Civil de Valencia y de la Policía Federal belga y búlgara venían investigando el robo, falsificación de documentación y modificación de piezas de vehículos, así como su posterior distribución y venta en distintos países de la Unión Europea.
Las pesquisas policiales desarrolladas permitieron constatar la existencia de un entramado criminal detrás de estos delitos.
Una fase inicial de la operación, realizada en mayo de 2013 en Bélgica, se saldó con la detención de cuatro integrantes de esta organización.
En la segunda fase del operativo, desarrollada este martes en las localidades de Oliva (Valencia) y Dénia (Alicante), se ha arrestado a los dos máximos responsables del grupo criminal.
Los detenidos, de 45 y 48 años y nacionalidad búlgara, están acusados de los delitos de pertenencia a organización criminal y contra el patrimonio.
Estos delincuentes utilizaban avanzada tecnología para sustraer vehículos de alta gama en Italia y Alemania, y, una vez sustraídos, les modificaban las piezas identificativas y falsificaban su documentación para hacerlos pasar por turismos de origen búlgaro.
De esta forma, aparentaban su legalidad y realizaban y superaban las correspondientes inspecciones técnicas oficiales en los países en los que los introducían.
Así, introdujeron en Bélgica y España al menos un total de siete de estos turismos, que han sido intervenidos y cuyo valor alcanza los 500.000 euros.
En dos registros practicados en el marco de la operación, en domicilios ubicados en las localidades de Oliva y Calpe (Alicante), se incautaron nueve teléfonos móviles y cerca de 1.000 euros en efectivo, así como diversa documentación.
A estos registros se desplazaron la titular del Tribunal de Primera Instancia de Lieja, así como componentes de la Policía Federal de Bélgica.
Esto pasa aún mas cuando no hay fronteras y ningún control.
En la nueva Europa sin fronteras va y viene quien quiere.
Cuantas más puertas abiertas, más problemas y víctimas de esta gente.