La Biblioteca Municipal de Dénia acogió ayer la proyección del documental Decían que era bruja, de la fotodocumentalista Judith Prat. El evento, que forma parte del Festival Ojos Rojos y se realizó en colaboración con la Asociación Matria, atrajo a un público interesado en el análisis y reflexión sobre la violencia histórica y su repercusión en la actualidad.
La obra de Prat profundiza en la persecución y el feminicidio de mujeres acusadas de brujería en los Pirineos entre los siglos XV y XVIII, presentando testimonios de mujeres que hoy habitan esas mismas regiones. A través de sus relatos, el documental invita a una profunda reflexión sobre el impacto de esa violencia en el presente, creando un puente entre el pasado y la lucha actual contra la violencia de género.
Tras la proyección, se celebró un coloquio en el que la autora participó activamente, generando un espacio de diálogo en torno al documental y su visión contemporánea. Este encuentro íntimo y participativo ofreció a los asistentes la oportunidad de expresar sus inquietudes y conectar directamente con el mensaje de la obra, enriqueciendo aún más la experiencia del evento.
La actividad forma parte de la programación especial del Festival Ojos Rojos en el marco de la conmemoración del Día Internacional contra la Violencia de Género, el próximo 25 de noviembre, reafirmando así el compromiso del festival con la sensibilización y la visibilización de esta problemática en nuestra sociedad.
Judith Prat
Judith Prat es una fotodocumentalista, reconocida por su trayectoria en la exploración de temas de derechos humanos y justicia social a través de sus proyectos. Con Decían que era bruja, Prat integra su sensibilidad y visión en una obra cinematográfica que continúa su labor en el campo audiovisual y enriquece su extensa carrera en defensa de los derechos humanos.
Creo que utilizar el término feminicidio es incorrecto; según la RAE, feminicidio es el asesinato de una mujer a manos de un hombre por machismo o misoginia y en este caso se la quemaba por brujas, no por el hecho de ser mujeres.
También existen casos, menos, de hombres quemados por brujos.
En Alemania se llama «Violencia Doméstica». Pero eso aquí no les daría dinero en subvenciones y ayudas.