Durante siglos, el mar Mediterráneo fue tanto fuente de riqueza como motivo de angustia para las poblaciones costeras. En el siglo XVI, el temor a los ataques de piratas berberiscos —frecuentes, violentos y muchas veces imprevisibles— marcó profundamente la vida de los habitantes del litoral valenciano. Las incursiones enemigas no solo amenazaban la seguridad de las villas y sus habitantes, sino que condicionaban la organización social, económica y política de todo el territorio. De esa necesidad de protección nació un extenso sistema defensivo que hoy vuelve a ser protagonista en Dénia.
El Museu de la Mar acoge desde esta semana y hasta el 6 de octubre la exposición De temor i seda. Les talaies de la costa, un recorrido por el pasado marítimo del Reino de Valencia a través de las estructuras levantadas para vigilar y defender su costa. La muestra aborda cómo, a partir de 1547, se puso en marcha una red coordinada de torres de vigilancia y fortines financiada mediante un impuesto especial sobre la seda, decretado por las Cortes valencianas.
Según explicó durante la inauguración la jefa del Área de Arqueología y Museos del Ayuntamiento de Dénia, Massu Sentí, esta propuesta expositiva pone en valor un tema poco conocido por el gran público y lo hace mediante materiales inéditos, como cartografía y planos históricos, además de un enfoque gráfico y audiovisual.
Una defensa adaptada al paisaje
El sistema defensivo, adaptado a los más de 500 kilómetros de accidentada costa valenciana, combinaba elementos fijos —como torres y fortificaciones— con la vigilancia continua desde pueblos y ciudades marítimas. El resultado fue una red estratégica de protección frente a las incursiones desde el norte de África, que definió durante siglos la relación del territorio con el mar.
El comisario de la exposición, Luis Arciniega, director de la cátedra Demetrio Ribes de la Universitat de València, destacó el carácter singular de esta solución defensiva: «Aunque el miedo a los corsarios era común en toda la cuenca mediterránea, en el Reino de Valencia se optó por una fórmula original: financiar la defensa con los ingresos del comercio de la seda». A ello se sumaba una particularidad social del territorio: la numerosa población morisca, que alimentaba el temor y la necesidad de control.
Divulgación con rigor histórico
De temor i seda. Les talaies de la costa se presenta con un enfoque didáctico y accesible, con textos en valenciano, castellano e inglés, lo que la convierte en una propuesta especialmente atractiva tanto para el público local como para visitantes. A través de ella, Dénia recupera una parte esencial de su historia marítima y reivindica un patrimonio poco visible pero fundamental en la construcción de la identidad valenciana.
Este tipo de exposiciones son muy interesantes gracias por ello, iremos a verlas