Se le llama “tendinitis” a la inflamación aguda de un tendón por una lesión o por sobrecarga mecánica. Cuando ésta inflamación se prolonga y se vuelve crónica, el tendón se debilita y degenera disminuyendo su fuerza. A esta condición la llamamos “tendinosis” y el problema se vuelve más complicado e irreversible, ya que el tendón se ha dañado no solo a nivel celular, sino en su aporte de sangre, su estructura y su capacidad mecánica.
En la imagen izquierda superior se muestra el engrosamiento de un tendón de Aquiles. En la imagen de la derecha superior, se observan calcificaciones en el hueso “calcáneo” donde se inserta el tendón de Aquiles.
Mientras que en la fotografía izquierda inferior se muestra un espolón calcáneo en el pie. Y en la imagen de la derecha inferior se observan calcificación de tipo blanda en el tendón del supraespinoso.
Es muy importante saber diferenciar si se trata de un proceso agudo o crónico para poder tratar correctamente la lesión que presente el paciente.
Para ello, en Centro Clínico Sant Telm utilizan siempre el ecógrafo que nos permite ver las estructuras dañadas en su interior. Y realizamos una prueba de eco-doppler color para analizar la presencia de hipervascularización.