En la localidad de Pego, se sitúa una masía en una zona rural, donde se conjuga el espacio agrícola con una típica construcción valenciana. Esta antigua e impresionante casa es Benigalip, o como se ha denominado en épocas pasadas: Benigani o Benigànim.
Son diversas las etapas las que caracterizan y personalizan a esta casa, haciéndola ahora un espacio con mucho encanto e historia, donde poder celebrar tus eventos especiales.
La villa romana de Benigani
Desde el año 1980, gracias a los trabajos de prospección de Josep Antoni Gisbert, sabemos que en este lugar existió ya en la época del Alto Imperio, siendo una villa romana de considerable extensión, tal y como demuestran los restos de material cerámico.
Las antiguas villas romanas centralizaban las instalaciones, tecnología, mano de obra e inversiones, siendo también una base para un nuevo sistema de explotación agrícola de un territorio. En definitiva, las villas eran células económicas del mundo romano.
La alquería de Benigalip
La villa romana se abandona hacia finales del siglo III d. C. y los siguientes registros la sitúan hacia el siglo XI-XII, en plena época hispanomusulmana.
La alquería de Benigalip en esta época hispanomusulmana es un poblado pequeño, de unas cuantas casas, que evoca sin duda un lugar poblado por un grupo de tipo gentilicio o clànic, que tienen un mismo antepasado masculino (Ghalib).
Las últimas prospecciones han dado a la luz dos hallazgos que se pueden identificar con esta época. Por un lado, un entierro en uno de los márgenes de una parcela contigua a la casa; y por otro lado, el hallazgo de un candil de pico hispanomusulmán con decoración pintada que apareció a la ermita contigua a la casa.
La baja edad media, la configuración de un espacio agropecuario
Posiblemente después de la conquista del siglo XIII la alquería de Benigalip dejó de existir pasando a convertirse en una partida más del término municipal de Pego, ya que no existen más noticias de hábitat en este lugar.
Benigalip es en este momento de la historia una partida rural del término, en la que encontramos alrededor de 12 propiedades de proporciones medias.
En el siglo XVI parece que la parcela, que eran dos, las compra Bernat Puig. Durante esta compra es posible que se realizara una de las primeras construcciones, una casa de campo que posiblemente ocupaba el solar o la casa derribada de la antigua alquería.
Benigalip pertenece a esta familia Puig hasta la primera mitad del siglo XVIII. El último propietario debió ser Joan Baptista Puig, un burgués que fue acumulando dinero con el comercio de la nieve.
La heredad de Benigalip, los nuevos propietarios desde el siglo XVIII
En el libro de la peita del siglo XVIII aparece ya vinculada esta propiedad a Francisco Pascual Cots, con el título de casa de Benigalip (154 libres) y Heredad de Benigalip (2550 libres). Por esta época aparece citada la obra nueva de la casa de Benigalip, la que refleja el reloj de sol de la fachada principal, en 1737.
A mediados del siglo XIX empieza ya ha desaparecer el uso del topónimo Benigalip por el de Benigani, quizá por fonética o por haberse castellanizado.
A finales del siglo XIX y principios del XX la propiedad estaba registrada a nombre de Silverio Esteve Palomar, el maestro Esteve.
No se conoce exactamente cuando, pero debió ser en esta época cuando se construyó una ermita adosada en la fachada principal de la casa, para el culto familiar de los domingos. Durante el siglo XX, vivían allí unas cuatro familias, velando por las tierras, los corrales y la almazara.
Todos el domingos se celebraba misa en la capillita, que poseía una puerta principal y otra desde dentro de la misma casa. Por esta época, los años cincuenta del siglo pasado, uno de los nietos del famoso maestro Esteve, Carlos Sentí Esteve.
En el bancal de bajo de la masía existe una cisterna que recogía el agua cuando llovía y servía para el consumo humano. Dentro del patio o corral de la casa existe también un pozo para el abastecimiento de los animales y también de las personas.
La masía era casi autosuficiente. En la planta superior vivían los propietarios de la casa, con su cocina y baño particular.
En la actualidad
Hoy en día, la reconstrucción y consolidación de la masía de Benigani, supone la mejor manera para su futura conservación. Tantos años de historia no podían acabar en escombros dispersos, debía acabar plantándose de nuevo como una austera pero emblemática heredad del término de Pego.
Casa Benigalip es una propiedad magnífica para disfrutar de tus grandes eventos. Déjate envolver por la historia de esta peculiar masía que esconde secretos maravillosos de diversas épocas.
No encontrarás un lugar mejor para sorprender a tus invitados. Infórmate en el teléfono de Casa Benigalip, 966 42 21 60.
Fuente documental: Joan Miquel Almela
Arxiu Municipal de Pego Diciembre de 2006
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Reloj de sol fachada principal Casa Benigalip
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Lateral de la casa donde encontramos otro reloj de sol Casa Benigalip
