Este martes se presentó en Dénia el festival que puede cambiar para siempre la percepción de la ciudad desde fuera, poniéndola en el mapa de las mentes más brillantes de diferentes materias: el Festival de les Humanitats.
El alcalde de Dénia, Vicent Grimalt, junto al director del equipo de coordinación del festival, Josep Ramoneda, por fin desvelaron esta semana el programa que ha generado gran expectación, acompañados del president de la Generalitat, Ximo Puig, la vicepresidente de la Fundació Dénia Ciutat Creativa de la Gastronomia, Cristina Sellés, y el presidente de Baleària, Adolfo Utor.
Una idea con un único escenario posible: Dénia
Este Festival de les Humanitats nació tras una conversación entre Ximo Puig y los miembros de la revista La Maleta de Portbou, sobre la preocupación de cómo será el mundo tras la pandemia y la crisis de la democracia, amenazada por los totalitarismos. «Parece que el mundo avanza a un ritmo con la ciencia y la tecnología, y a otro ritmo en cuanto al pensamiento», señaló Puig. Decidieron crear, por tanto, un gran encuentro internacional en el que se fomentara el pensamiento y el debate sobre las principales preocupaciones de la sociedad. Una vez concretada la idea, solo quedaba aclarar una importante cuestión: ¿cuál sería el escenario?
«Pensamos rápidamente en Dénia» como «el mejor entorno». La semilla del festival tenía que ser plantada en un lugar con una historia ligada a los grandes pensadores, por lo que Dénia podría recuperar su privilegiada situación como lugar de encuentro de filósofos y estudiosos. El alcalde, según cuentan, recibió la idea de forma entusiasta, ofreciendo la ciudad para acoger el significativo evento. «Marcará un antes y uno después en la imagen y el prestigio de nuestra ciudad, porque su objetivo es convertirla en un referente del pensamiento, la reflexión y las humanidades y recuperar, en cierto modo, el esplendor cultural de aquella Daniya islámica», declaró Grimalt.
Según Puig, «adosar a Dénia el espacio del pensamiento y la reflexión ofrecerá un nuevo atributo a la ciudad», un nuevo atractivo que se une a la gastronomía, parajes y demás reclamos que buscan desestacionalizar el turismo de la localidad.
Un espacio para responder a grandes preguntas
La finalidad última del Festival de las Humanidades, según Josep Ramoneda, es «conversar, razonar conjuntamente las cosas que nos pasan en un contexto como el actual, en el que el mundo se ha acelerado tanto que parece que las máquinas puedan más que nosotros, por lo cual la primera obligación es reflexionar sobre la condición humana y hacernos las clásicas preguntas de “¿quiénes somos?”, “¿de dónde venimos?” y “¿dónde vamos?”». En concreto, el tema de esta primera edición sera Mutaciones: ¿qué nos espera en el futuro próximo?.
El festival se celebrará del 27 al 29 de octubre, con, de momento, dos escenarios principales que muestran su apuesta por la colaboración público-privada: el Centre Social y la Sala l'Androna de Baleària Port. No obstante, el objetivo, según apuntaba el alcalde, «es centrar las próximas ediciones y actividades ligadas al festival en el futuro centro Universitario de Torrecremada, que está rehabilitándose, y en otros espacios emblemáticos que en breve tendremos a disposición, como el convento de Jesús Pobre».
Entre sus participantes hay nombres de gran calado, participando los propios Ximo Puig, Josep Ramoneda y Adolfo Utor, a los que se les unirán expertos nacionales e internacionales del pensamiento, la ciencia, la economía y otros campos, entre ellos el actual ministro de Universidades de España, Joan Subirats.
Más allá del festival
Por otro lado, durante todo el año irán sucediéndose actividades relacionadas con el festival, que nace con vocación de continuidad en el tiempo. Estas actividades serán eminentemente de cariz cultural y colaboran en su desarrollo entidades como el Instituto de Estudios Comarcales de la Marina Alta (IECMA), la Fundación Chirbes y la Agrupación Artística Musical de Dénia.
El Festival de las Humanidades está pensado para que asista profesorado y alumnado universitario y de secundaria, pero también investigadores, escritores, artistas plásticos y audiovisuales, músicos y público en general.
Gran recepción del empresariado
Este proyecto ha sido muy bien recibido por el empresariado de Dénia, representado en la presentación por Cristina Sellés y Adolfo Utor. Sellés, que además de vicepresidente de la Fundació Dénia Ciutat Creativa de la Gastronomia es la presidenta de Aehtma, ha indicado que «la organización del festival es una oportunidad para convertir Dénia en epicentro del pensamiento y desde la parte empresarial de la fundación hemos creído que hay que impulsar acontecimientos como este junto con la colaboración pública».
El presidente de Baleària, Adolfo Utor, por su parte, ha hecho referencia al Espai Lluís Vives, una parte del programa de debates centrado en las humanidades y la empresa, y se ha mostrado convencido del «valor que tienen las humanidades y su incorporación a la empresa». En línea con lo manifestado por el alcalde, Adolfo Utor cree también que convertir de Dénia en «la capital del pensamiento, es remontarnos al siglo XI de Daniya», una época esplendorosa en la que Dénia logró un prestigio que con iniciativas como este Festival de las Humanidades «se vaya a tratar de recuperar y rememorar».
El impacto en la ciudad
Finalmente, el presidente Puig ha destacado que el Festival de las Humanidades de Dénia «constituye un espacio de pensamiento, de reflexión y de diálogo entre culturas y diferentes maneras de ver el mundo», así como un ejercicio de gran importancia para fortalecer la democracia, puesto que se ha demostrado que los avances en derechos y libertades son «reversibles» y es necesario luchar permanentemente para consolidarlos.
El presidente ha subrayado también que la iniciativa tendrá un impacto económico, social y cultural positivo, tanto en Dénia y la Marina Alta como en el conjunto de la Comunidad Valenciana.
Pero si no pueden ni entender la Constitución Española y ahora van de «referente internacional del pensamiento crítico»….de chiste si no fuera por las subvenciones que se encasquetan.
Seguri que tú entiendes hasta al oráculo de Delfos.