1 de marzo. Ese es el plazo que tienen los restaurantes de la Explanada Cervantes, plaza Drassanes, Bellavista y Raset para adecuar sus terrazas a la nueva normativa que el próximo jueves aprobará el pleno del ayuntamiento de Dénia.
Con esta modificación se busca cambiar la imagen de la fachada marítima de la ciudad, haciéndola más homogénea y con un menor impacto visual, una modernización que generará "un espacio más atractivo y no empañe la vista de la primera línea de casas del barrio de Baix la Mar", esas casas bajas tradicionales tan características de la zona marinera, tal y como explicó la concejala de ordenación del territorio, Maria Josep Ripoll.
Para modificar la imagen del puerto, los comerciantes deberán adaptar sus cerramientos a la nueva normativa. En el caso de la explanada Cervantes, solo podrán instalar sombrillas, quedando prohibidas las pérgolas. El resto de la zona afectada por esta normativa podrá instalar sombrillas o pérgolas que deberán ser ligeras, con predominio del color blanco, techos blancos, con un grosor máximo de 20 centímetros. Además deberán integrar los nombres de los restaurantes y eliminar la cartelería y las pancartas actuales.
Como cerramiento se permitirán maceteros de un máximo de 80 centímetros y cortavientos de vidrio que no podrán superar el 1'80 metros. Ripoll recordó que, si bien estas instalaciones están permanentemente en el paseo, no debemos olvidar que se trata de una cesión de suelo público, por lo que las nuevas instalaciones deberán ser efímeras por si se hiciera necesario retirarlas en algún momento.
El concejal de gobernación, Javier Scotto, recordó que esta modificación se realiza con el objetivo de buscar el equilibrio entre la cesión del suelo público y la convivencia con los peatones. Asimismo incidió en que entre la fachada del edificio y la pérgola deberá haber una distancia de 3 metros en las zonas más amplias del paseo, y de 1'5 metros en las más estrechas, que permita la visión del edificio.
Además, entre las unidades instaladas deberá existir una separación de 1'5 metros que permita el tránsito de los clientes, y una separación de 1'2 metros con respecto al mobiliario urbano.
Por su parte, el vicealcalde Rafa Carrió afirmó que esta ha sido "una decisión importante y muy dura" que se ha consensuado con los comerciantes y que marca el camino del espacio puerto-ciudad que el equipo de gobierno quiere para Dénia.
Y las casetas quitando la vista del mar , no dicen nada , lástima todo intereses , dinerito, dinerito !!!