Durante el día de ayer, varios repartidores de Dénia tuvieron que vérselas con varios jóvenes que efectuaron pedidos desde una aplicación móvil para después recibirlos evitando gastarse ni un euro. ¿Cómo? Los clientes decidieron utilizar varios billetes falsos que, tras pasar inadvertidos durante las primeras dos transacciones, obligaron a dar la alarma a los compañeros y a la policía. Al tercer intento, el último estafador se topó con un repartidor ya en alerta.
El grupo de trabajadores de Glovo, con el cual ha contactado este periódico, ha advertido que todos los casos se dieron en la Glorieta del País Valencià y alrededores. En los dos primeros pedidos que realizaron a una cadena de comida rápida, los repartidores no fueron conscientes de que habían sido engañados con billetes falsos hasta haber realizado la entrega. Al darse cuenta, alertaron a los compañeros para que fueran con cuidado.
En ambos casos utilizaron el mismo perfil de la aplicación, bajo lo que creen que es un pseudónimo. No obstante, no se contentaron con esos dos pedidos. Antes de acabar la jornada les notificaron que habían recibido otro encargo de la misma cuenta.
El repartidor, conocedor de lo que había sucedido, llegó al punto de encuentro preparado. Cuando comprobó delante de él los billetes advirtió la marca que delataba que eran falsos: un "Prop copy" impreso sobre un lateral. El joven supuesto delincuente salió corriendo del lugar dejando caer la bolsa con la comida.
Las víctimas de esta estafa han puesto en conocimiento a las autoridades y han difundido por redes sociales lo que les había ocurrido. La expedición o distribución de billetes falsos está castigada en España con la pena de prisión de tres a seis meses o multa de seis a veinticuatro meses
