La Associació de Veins de Les Roques tiene nueva directiva que tratará de trabajar por las mejoras de uno de los barrios más emblemáticos que tiene la ciudad.
Una junta directiva que fue elegida por unanimidad de los vecinos que acudieron a una asamblea convocada la semana anterior donde el único punto del orden del día fue la creación de una directiva.
Alrededor de 50 vecinos estuvieron presentes en dicha asamblea celebrada en el casal de la Falla Roques. Tras una espera de media hora y ante la ausencia de candidaturas para el cargo de presidente, se presentó de forma voluntaria el vecino Javier Ruiz.
Allí mismo y de modo totalmente voluntario se fueron presentando voluntarios para acompañarle en la junta directiva. Tras algunas dudas y pasado unos minutos se fueron conociendo los cargos directivos de la asociación.
La directiva la forman; Presidente, Javier Ruiz, el cargo de Tesorero lo ocupa, María Alvárez, el de Secretario, Pedro Ayala mientras que se crearon cuatro vocalías que están ocupadas por; Marca Saez, Miguel Crespo, María de la Sierra y Pep Cabrera.
Se acordó que la directiva se reunirá durante los próximos días para estudiar los actuales estatutos y realizar un borrador con los cambios que se van a introducir en los mismos. En el plazo de 15 días los vecinos se convocará a los asociados para la aprobación de las modificaciones introducidas.
Entre esas modificaciones está la de actualizar la demarcación geográfica de la asociación, ya que la actual se considera demasiado amplia. Otros de los cambios a realizar es la de disminución de los cargos directivos, se quiere anular las vicepresidencias.
De esta asamblea también salieron los vocales de calles, que serán los encargados de trasladar a la directiva aquellos problemas e inquietudes que se den en cada una de las mismas, para tratar de que se solucionen.
Próximamente y tras la aprobación de los nuevos estatutos se procederán a llevarlos al propio ayuntamiento para su oficialidad y de esta forma, dar a conocer a los gobernantes de la nueva directiva.
El movimiento vecinal cobra vida en este barrio tras mucho tiempo en el que ha estado dormido. Sus vecinos esperan que sus peticiones sean atendidas en la casa consistorial. Todos coinciden en que han estado abandonados en estos últimos años.
