Un segundo acceso por Baix la Mar y un ascensor: el futuro, muy próximo, del Castillo de Dénia
El Castillo de Dénia, el símbolo más importante de la ciudad (con permiso del puerto) a lo largo de la historia, está siendo sometido a grandes cambios durante los últimos años que propician la recuperación de su antiguo esplendor. Los últimos que se harán, anunciados esta semana, supondrán un antes y después en el monumento, haciéndolo mucho más accesible a vecinos y visitantes.
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Como se anunció hace unos días, el Ayuntamiento de Dénia ha sacado a licitación los trabajos para restaurar un sector que lleva años tan descuidado como inaccesible. Tras recuperar en 2020 los cerca de 2.000 metros del Verger Alt que hasta el momento estaban cerrados a los visitantes, ahora el objetivo es reconquistar el Verger Baix, el Portal dels Reis y la Torre del Galliner. Esto son casi 3.000 metros cuadrados extra de superficie que ganará el castillo.
De entre todas las nuevas intervenciones proyectadas, la que supondrá un inmenso cambio es la de la creación de una acceso desde la vía pública por la Torre del Galliner. Hasta ahora, la entrada única del Castillo de Dénia era la del barrio de Les Roques. Sin embargo, este proyecto creará una puerta que conectará la fachada marítima y el barrio de Baix la Mar con el interior del monumento.
Un monumento abierto al mar
Las ventajas de esta nueva entrada son infinitas. Para empezar, ofrece la posibilidad de visitar el castillo a aquellas personas que disfruten de las zonas comerciales y de ocio cercanas sin que esto suponga desviarse de su ruta. Por otra parte, hay una mayor oferta de aparcamiento, tanto privado como público, en esa ubicación. Aquellos que se desplacen hasta Dénia para visitar el castillo lograrán estacionar más fácilmente en Baix la Mar (teniendo en cuenta que está a pocos metros el parking público de Miguel Hernández) que en Les Roques, donde es prácticamente imposible.
Del mismo modo, será más accesible para personas con movilidad reducida, pues se contempla en la reforma la instalación de un ascensor que, de este modo, permita evitar las inacabables cuestas de la entrada principal.
No son las únicas intervenciones previstas. Se espera con los trabajos en el Verger Baix y la Torre del Galliner recuperar unos espacios de gran riqueza que se han mantenido cerrados, y devolverlos a un estado más próximo al original. Con ello, el Castillo de Dénia se acercará más a lo que en su tiempo fue un símbolo que despertaba la admiración de los que a él se acercaban.
Las obras, que contarán con un presupuesto de 790.457,84 euros (casi 500.000 de estos aportados por el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana), tienen un plazo de ejecución de 10 meses, por lo que esta gran transformación del emblema dianense se dará más pronto de lo imaginado.