Opinión: «Sr. Perro, eduque a su dueño»

El título de este comentario identifica el problema: es un asunto de falta de educación. También indica de quién es el problema: no son los perros, si no de algunos de sus dueños. ¿A que nos referimos? Pues observen y juzguen...

Estas son tres tristes y transitadas esquinas en menos de 200 metros. Y como bien sabemos, el problema se repite por toda la ciudad. Mientras nuestras calles presenten semejante aspecto, ¿merece Denia títulos de excelencia turística? ¿Podemos sentirnos orgullosos de ser la capital de la Marina Alta? ¿Podemos pasear tranquilamente con nuestros niños y mascotas sin temor a que se contagien de alguna enfermedad?

Es cierto que el nuevo equipo del Ayuntamiento está intentando mejorar la limpieza de las calles y plazas de la ciudad. Pero si pudiésemos elegir... ¿En que preferiría que se gastase el dinero? ¿En limpiar las calles de las cacas y meadas de perros? O ¿En otros asuntos más permanentes como el alumbrado y señalización de calles, el arreglo de aceras, o la creación de más zonas verdes?

Destinar fondos para limpiar las cacas y meados de perros, es una lastima, pero se hace necesario debido a la poca educación de algunos vecinos. El problema no es tener una mascota en casa. Algunos decidieron tenerla por gusto otros por necesidad. La cuestión es: ¿tendré la educación, y las ganas necesarias, para conducir a mi perro hasta una zona donde no ocasione problemas? Es cierto que no hay muchas zonas para tal fin y hay que tomar nota de ello y buscar soluciones. Pero también es cierto que hay muchos vecinos ejemplares que sí llevan a sus perros a lugares apropiados o toman las medidas necesarias.

Por eso mientras tanto... Sr. Perro... dígale a su dueño que no le deje mear ahí, donde los demás mean. Un perro como usted merece algo mejor que pisar con sus patas las meadas de otros y oler con su hocico semejantes inmundicias. Su dueño debería conocer los peligros que esto conlleva, las enfermedades con las que se puede contagiar. Por su bien y por nuestro bien, Sr. Perro, eduque a su dueño.