Cultura - Historia - Monumentos

Los restos olvidados del Sagrado Corazón

24 de enero de 2012 - 00:00

Entre la Residencia de Ancianos Santa Lucía y el Colegio Alfa y Omega, rodeado de hierbas y vallado, pasa desapercibido lo que un día coronó lo más alto del Castillo de Dénia: el Monumento del Sagrado Corazón.

Corría el año 1926 cuando, tras el trabajo del cura de la Iglesia de la Asunción, D. Pedro Cardona y Gonzalo, creador de la Junta Erectora del Sagrado Corazón de Jesús, se colocó la primera piedra del monumento en lo más alto del Castillo, lo que ahora conocemos como Explanada del Gobernador.

Multitud de dianenses se dieron cita el 3 de mayo de 1927 en la inauguración de tan espectacular figura, visible desde todos los puntos de la ciudad. Don Manuel Rueda Carrasco, cronista de la ciudad de Dénia, cuenta en sus escritos que el diseñador había sido D. Salvador Rubio, profesor de Bellas Artes de Valencia, y que contaba con una capilla y pequeño altar en el que había un Sagrario. Externamente era muy sencillo, predominando el arte gótico. Los actos eucarísticos y otros actos piadosos se presenciaban desde la explanada exterior. Mirando al Montgó se situaba el pedestal sobre el que reinaba la imagen del Sagrado Corazón. Había también dos campanas que anunciaban los oficios religiosos y unos reflectores que los primeros viernes del mes y en fechas puntuales iluminaban la figura.

Pero a principios de agosto de 1936, en plena Guerra Civil, la dinamita acabó con el espectacular monumento, dejándolo hecho pedazos en el suelo, donde permaneció hasta el año 1974 cuando, con la intención de restaurar la parte alta del Castillo antes de la llegada del Sagrado Corazón, lo trasladaron al patio del recién inaugurado colegio de las Hermanas Carmelitas para, en un futuro, reconstruirlo en el recinto. Pero finalmente ese proyecto no se llevó a cabo y los restos del Sagrado Corazón fueron trasladados a uno terrenos situados entre la Residencia de Santa Lucía y el actual colegio Alfa y Omega, donde hoy se pueden intuir.

Y decimos intuir porque el estado de las piedras es lamentable, rodeadas de hierbas silvestres y musgo, entre árboles y otras rocas que hacen casi inapreciable distinguir lo que en su día fue algo tan grande. Incluso muchos de los que ahora nos gobiernan, desconocían que estas piezas estaban ahí, dándolas por desaparecidas desde los años 80.

Quizá haya llegado el momento de devolver a estas piedras su grandeza porque, independientemente de las creencias de cada uno, se trata de un monumento de casi un siglo de vida que supuso un importante logro para los vecinos de Dénia, quienes recolectaron dinero para su construcción.

Mucha de la información aquí descrita ha sido extraída de un artículo que el profesor del colegio Maristas Vicente Martí Domínguez escribió para el libro de la Cofradía de la Santísima Sangre en 2011.

Desde denia.com queremos agradecer su colaboración al Arxiu Municipal, en especial al malogrado Joan Carles, que en 2012 nos ayudó con su seguimiento y ayuda a la hora de reencontrarnos con el monumento.

A Vicent Balaguer por su asesoramiento, al colegio Alfa y Omega por permitirnos acceder a sus instalaciones para fotografiar los restos y a los miembros del grupo de Facebook "Dénia Antiga", que mantienen vivo el recuerdo de esa otra Dénia, gracias a los que ha nacido nuestra curiosidad por indagar en el estado actual del monumento.

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