La mitad del casco urbano de Dénia podría inundarse antes del 2050
La Conselleria de Emergencia Climática y Transición Ecológica, representada por Mireia Mollà, ha presentado esta semana una herramienta visual que define el comportamiento de la franja litoral de la Comunitat Valenciana, a través de escenarios predictivos en el año 2050 y 2100 en función de las emisiones de efecto invernadero.
La consellera Mireia Mollà ha señalado en su intervención que el objetivo del visor es impulsar a las administraciones con competencias sobre la costa a "adoptar medidas y estrategias valientes que minimicen los efectos del cambio climático sobre el medio natural y la seguridad de las personas".
La devastadora situación de Dénia en las próximas décadas
El visor, que se ha realizado en base a los parámetros utilizados por el panel de expertos de la ONU del cambio climático aplicados a la costa valenciana, arroja ya resultados preliminares de inestabilidad agravada por los fenómenos meteorológicos extremos cada vez más recurrentes y virulentos.
Uno de los puntos con mayor presión climática es la Marina Alta, llevándose la peor parte la capital, Dénia, por su geografía. De hecho, según señala este instrumento de consulta abierta, el municipio sufrirá en poco más de un par de décadas, con una probabilidad media, episodios de inundaciones que dejarán bajo el agua multitud de barrios del casco urbano, como será Baix la Mar, toda la zona de Miguel Hernández, Patricio Ferrándiz, Saladar, Marquesado y Joan Fuster.
La zona de Les Marines también sufrirá estas inundaciones, anegando la mayoría del terreno situado entre el camí de Gandia y lo que ahora es la orilla del mar.
¿Cómo afectará el retroceso de la costa en nuestra ciudad?
De hecho, en el peor de los escenarios, se prevé un aumento del nivel del mar de más de medio metro en Dénia de aquí a final de siglo. Este escenario, el más pesimista, augura una desaparición de lo que ahora son nuestras playas para el 2100 por el retroceso de la costa. Además, en Les Marines afectará a las urbanizaciones y casas situadas en las primeras líneas de playa, desapareciendo por completo toda la zona urbanizada de Les Deveses entre la carretera de Les Marines y la actual orilla.
La mitad de la población dianense (21.841 personas, para ser exactos) se verá afectada por estas inundaciones y por la subida del nivel del mar.
Una llamada de atención para impulsar políticas efectivas
Mollà, en un acto que ha contado con la participación de la secretaria autonómica, Paula Tuzón, y la directora general de Cambio Climático, Celsa Monrós, ha dicho que esta herramienta permite diseñar "planes de adaptación, de mitigación y, en algún caso, de retirada de puntos que en estos escenarios futuros anuncian una gran vulnerabilidad".
"El mejor indicador de que la modelización funciona es que ya se están cumpliendo los efectos que pronostica", ha afirmado la consellera. Es el caso, por ejemplo, de la tendencia erosiva en las playas del centro de la provincia de Valencia; El Saler y Pinedo ya presentan un retroceso de entre 30 y 60 metros en la última década.
"No hay soluciones simples ni únicas. Tenemos un sistema complejo de gobernanza que debe ayudar a las administraciones a activar fórmulas de protección, acomodación o incluso de retirada de proyectos constructivos", ha asegurado Monrós.
En este sentido, Mireia Mollà ha incidido en que mantener algunos diseños es "insostenible" y que la retirada "obliga a hacer un ejercicio valiente para abandonar proyectos del hoy, o programados o futuribles".
Ha apelado, además, a la responsabilidad de la actividad humana en la emergencia climática que debe acompañarse ahora con "la capacidad conjunta de revertir la situación de cambio climático para una mayor acción colectiva".
Esta herramienta nace con la voluntad de sumarse a otros planes como la nueva Ley de Cambio Climático y Transición Ecológica, la Estrategia Valenciana de Cambio Climático y Energía o el Plan Valenciano de Energía y Clima.
La responsable de Transición Ecológica en la Generalitat Valenciana ha remarcado que actuar en adaptación y mitigación del cambio climático es garantizar la actividad económica, la protección medioambiental, el bienestar social y la seguridad. Ha concluido su intervención con un mensaje para los Ayuntamientos de los municipios costeros: "Es una herramienta imprescindible y queremos con nuestras estrategias y competencias ayudaros en este camino".