En pocos sitios uno se puede sentir más seguro que en su hogar. No obstante, cuando llegar hasta él se convierte en un sufrimiento continuo, toda sensación de seguridad desaparece. Eso es lo que sufren 70 familias de una urbanización de Dénia que llevan años sin conocer el supuesto confort de sus casas, pues acceder a ellas es una desagradable aventura diaria, esquivando escombros, socavones, basura, maleza, plagas de roedores y mosquitos.
Se trata de la urbanización Brisas de Dénia I, situada al principio de la carretera de Les Marines (a la altura del Club de Tenis). No es una urbanización pequeña, sino que cuenta con 70 apartamentos, muchos de ellos ocupados durante todo el año. La urbanización es idílica, la zona es completamente urbana, con numerosas carreteras y servicios. El problema es que para acceder a su aparcamiento por la entrada principal (evitando una larga vuelta) los vecinos deben adentrarse en lo que lleva tiempo siendo su pesadilla: la calle Donzella.
La calle Donzella es un pequeño camino entre urbanizaciones, cuyo entrador da directamente a la carretera de Les Marines. Pero poco tiene que ver con la buena infraestructura que la rodea. Se trata de un camino público completamente abandonado, mal asfaltado (con tramos directamente sin asfaltar), repleto de peligrosos socavones que ponen en peligro a los vehículos que por él circulan cada día y que provocan grandes acumulaciones de agua cuando llueve.
La vegetación, además, se está adueñando de la calle, creciendo la maleza sin control alguno, convirtiendo la zona en un polvorín idóneo para que una chispa provoque un incendio que ahora se puede evitar. Ahora bien, mientras no llega el fuego sirve de refugio para una plaga de ratas que puebla la zona.
Y, por si fuera poco, junto al entrador se encuentra una finca en completo abandono (la del desaparecido restaurante Yate), cuyo muro exterior (el que da a la calle Donzella) se está cayendo y llenando de escombros la vía. Y nadie los retira.
Los vecinos de Brisas de Dénia I, que dependen de esa calle para acceder a sus casas desde Les Marines, están hartos de acudir al Ayuntamiento y no obtener respuesta. Como cuentan a Dénia.com, llevan desde 2007 (año de construcción de la finca) pidiendo al consistorio que arreglara todos los desperfectos para poder entrar en paz a sus hogares. No obstante, no han logrado ningún resultado. «En una ocasión llegó a contestar que no era prioritario. Sin embargo, cumplir con el pago de nuestros impuestos municipales parece que sí es prioritario, pues de lo contrario rápidamente te apremian», cuenta el presidente de la comunidad de vecinos.
Respecto a la finca vecina abandonada que está derrumbándose en ese camino poco a poco, «lo único que sabe decir el Ayuntamiento es que no localizan al propietario», prosigue.
Desde su construcción, cada año los vecinos han acudido al Ayuntamiento para buscar soluciones. De momento, no han encontrado ninguna. De hecho, el último requerimiento está fechado de marzo de este mismo año, pero todo sigue igual en la calle, por lo que los vecinos siguen poniéndose en riesgo solo por querer volver a casa. Eso sí, no se rinden y ya preparan una denuncia ante el Síndic de greuges.