Es el vial de Dénia que más sufre con cada episodio de lluvia. Caen cuatro gotas y la primera noticia siempre es la misma: cierra al tráfico el camí de la Bota por inundación.
No obstante, en la pasada jornada, tras horas y horas de lluvia incesante, los profundos charcos que impiden la circulación de vehículos por esa carretera no se quedaron ahí. El asfalto desapareció por completo, a casi dos metros de profundidad bajo el río en el que se convirtió el camí de la Bota.