Durante esta pasada noche, los bomberos nuevamente, y pese a que la supuesta temporada dura de incendios ha pasado, tuvieron que encender los rotativos del camión para acudir a un fuego por el que habían sido alertados.
Esta vez no se trataba de ningún edificio ni terreno, ni tan siquiera un turismo, sino una apisonadora de gran tonelaje que había sido envuelta por unas llamas que iluminaron la oscura noche. Los bomberos del consorcio provincial tuvieron que enfrentarse a un fuego que se negaba a extinguirse, pero por suerte no fue a más y pudieron culminar su labor tras varios minutos de lucha.