Naturaleza

Dénia se convierte en un referente en los avistamientos de cetáceos

22 de julio de 2016 - 00:02

Ya sabemos que Dénia es una ventana al Mediterráneo, y por extensión, a su rica flora y fauna. Pero desde el mes de junio, los avistamientos de cetáceos en nuestras aguas han dejado de ser un privilegio para convertirse en una oportunidad diaria para ver a varias especies incluso desde la costa.

Lo más destacable y único en la costa de Levante, es el pase de ballenas de la especie Rorcual común, la segunda más grande del mundo, entre los meses de mayo a septiembre. De hecho, en lo que llevamos de 2016 se han contabilizado 54 ejemplares de rorcual común frente a las costas de Dénia y más de 200 delfines, por lo que Dénia se está convirtiendo en todo un referente para el avistamiento de cetáceos, un punto de atracción para investigadores y también, para turistas y visitantes.

Estos datos se desprenden del informe realizado por el servicio de vigilancia de la reserva marina del Cap de Sant Antoni, llevado a cabo conjuntamente por el Ayuntamiento y la Conselleria de Medio Ambiente, y cuyas conclusiones han sido explicadas por el concejal de Medio Ambiente del Ajuntament de Dénia, Josep Crespo, y Toni Martínez Martí, Coordinador Ambiental Marino y Pesca.

Se hace necesario un nuevo balizado y más boyas de fondeo en la Reserva

Durante el pasado año se interceptaron 693 embarcaciones que navegaban más de los 6 nudos permitidos en la zona, una cifra que supera en mucho a la registrada en 2014. Muchas de estas infracciones tienen su origen en el desconocimiento de los usuarios sobre cuáles son los límites de la reserva, por lo que Crespo ha solicitado a la Conselleria de Medio Ambiente que se balice de nuevo el perímetro exterior del área protegida, desaparecido a causa de los temporales en 2011, y así lo trasladó a los representantes autonómicos que asistieron a la comisión de seguimiento de la reserva marina celebrada a finales de junio.

El servicio de vigilancia interceptó también 172 motos acuáticas que navegaban a gran velocidad y muy cerca de la costa, con peligro para los bañistas, número que supera también las cifras de 2014.

Los fondeos indebidos en la zona ascendieron a 119. En este sentido, el concejal ha señalado que hacen falta más trenes de fondeo con anclaje ecológico en la reserva –aspecto que también expuso en la comisión-, especialmente en la zona del Aiguadolç.

Otro de los aspectos a mejorar, según el edil, son los permisos para las inmersiones de buceo controladas en el ámbito de la reserva, ya que la tramitación administrativa de estos permisos es muy costosa y el número de permisos diarios muy restringido, por lo que no responden a las demandas de los clubes de buceo y de otros muchos interesados.

Por último, durante el pasado año el servicio de vigilancia intervino en 17 casos de rescate de embarcaciones, 5 casos de rescate y evacuación a personas accidentadas en los acantilados y atendió 33 avisos de pesca furtiva.

Ver 1 comentario
Esta página es una versión optimizada para dispositivos móviles. Ver versión original.
Salir de la versión móvil