La temporada de Cerezas de la Montaña de Alicante en la Vall de Gallinera ha comenzado y desde que arrancó la floración en marzo hasta ahora, el proceso ha sido de todo menos predecible. Las primeras ya están a la venta, por lo que, al menos, la añada no será nula como la anterior.
Ismael Cortell Vercher, presidente de la Cooperativa de Cireres Muntanya d'Alacant, asegura que lejos de vaticinar cómo iría la cosecha al florecer los cerezos al completo, este año «ha sido muy irregular porque se ha producido en diferentes épocas. Hay árboles con frutos maduros y otros con frutos aún verdes», por lo que la recolección está siendo escalonada. Aunque los agricultores de la Vall de Gallinera esperan tener un aumento de la producción dentro de unos diez o doce días.
El presidente de la cooperativa apunta que la cantidad de cereza recogida es difícil de calcular todavía debido a dicha irregularidad en la maduración de los frutos. Habrá que esperar a finalizar la temporada para saberlo con certeza y ver cuan provechosos han sido los esfuerzos del 2024, «pero no podemos hablar de un buen año. Ha llovido muy poco, por lo que los tamaños se han visto afectados».
Los precios que maneja la cooperativa son igual de variables que las cantidades recolectadas. «Estábamos acostumbrados a manejar cerezas de entre 26 y 32 milímetros, pero las que tenemos por el momento son más bien de tamaño mediano». Por este motivo, el kilogramo en la Vall de Gallinera puede encontrarse entre los 5 y los 12,5 euros, ya que depende de las dimensiones de cada fruto.
Dónde comprar cerezas de la Cooperativa Cireres Muntanya d'Alacant
Pese a que la incerteza reina, la primera cosecha del año ya se está poniendo al alcance del consumidor directamente desde la Cooperativa Cireres Muntanya d'Alacant. Concretamente, pueden adquirirse en la sede ubicada en Alpatró. Con una atención ininterrumpida de 10:00 a 14:00 horas, la tienda tendrá suministro diario para los clientes que se acerquen a cargar con esta delicia.
No se prevén grandes ventas en otros lugares, ni exportaciones, pero sí una disponibilidad constante en la sede. Además, el presidente prevé que esta temporada se alargue unos 40 días más «porque los frutos no madurarán pronto. Es algo rarísimo».
Ismael se mantiene cauteloso al hablar de las expectativas para el resto de la temporada. Aunque no pueden evaluar completamente el año, la falta de lluvias y la variable maduración podrían afectar negativamente la calidad y cantidad de la cosecha final.
Una esperanza para las Cerezas de la Montaña de Alicante
Pero, conforme avanza la temporada, también avanzan las nuevas variedades de cerezo que los agricultores de la Vall de Gallinera andan probando. Los nuevos árboles «funcionan bien en los lugares más cálidos y ya estamos viendo como el producto en los árboles jóvenes producen altas cantidades». Es desde Benirrama, el primero de sus ocho pueblos, hasta La Carrotja, «que siempre han tenido fama de tener cerezas precoces», donde las pruebas van bien.
Existe cierta esperanza puesta en la nueva variedad, ya que puede adaptarse a la nueva realidad climática y mantener la calidad característica de la Cereza de la Montaña de Alicante. «Si queremos que la cereza siga siendo un producto cultivado en la Vall de Gallinera desde toda la vida y con una calidad buena, lo que queda claro es que debemos acogernos a esa reconversión e implementar los cambios que sean necesarios», se sincera el agricultor.
También las otras Valls de la Marina Alta están sufriendo las consecuencias del cambio climático y la sequía con sus cerezas: «Hay algo más de fruta, porque han tenido más horas de frío logradas en invierno, aun así el cultivo allí también está muy afectado». Todos los municipios alicantinos productores de cereza tienen su representación en la cooperativa.
¿Cómo apoyar a las cerezas de les Valls de la Marina?
En plena temporada de cerezas, cada año la Vall de Gallinera organiza su Festa de la Cirera que este 2024 llega a su vigesimoprimera edición. Será el 8 y 9 de junio, cuando las calles de Benialí se llenarán de producto autóctono, cultura y tradición.
Esta fiesta nació hace más de veinte años por la necesidad de dar a conocer la cereza de la montaña de Alicante producida en la Marina Alta. Visitar la Vall de Gallinera en la más importante época del año ayudó a lograr el objetivo. Cerezas, productos artesanales, entretenimiento para grandes y pequeños, bailes populares y conferencias enfocadas a resaltar algún aspecto del municipio son el impulso que cada año renueva la ilusión de sus habitantes para seguir luchando por el cultivo por excelencia, tan especial y único: la cereza.
