La Guerra Civil en Dénia se vivió desde la retaguardia, cosa que no implica que no se sufriera. Son bien conocidos los muchos bombardeos que aguantó la ciudad en manos de los aviones italianos. Algunos devastadores, como el que perpetró La Pava sobre la calle La Via, dejando una docena de fallecidos y medio centenar de heridos. Para esconderse de las bombas, como también conocemos, se inició la construcción del actual túnel del castillo. Pero no fue el único refugio. Antes de concluir las obras, un buen número de hogares cedieron sus sótanos para que sus vecinos pudieran esquivar la desgracia.
Durante el conflicto, con tal de salvar a los vecinos de los bombardeos de procedencia marítima, el Comité Local de Defensa Pasiva registró en 1937 un listado de edificios cuyos sótanos fueron habilitados como refugios. En ellos pudieron resguardarse más de 3.000 personas (en una ciudad que entonces tenía entre vecinos y refugiados unos 13.000 habitantes), cumpliendo una función vital para proteger a la población.
Vital pero no segura, pues apenas era eficaz contra los bombardeos de la aviación. Pero era la única solución posible mientras se ejecutaba la creación del túnel. Eran en total 33 sótanos situados en lo que hoy es el centro de la ciudad y que daban refugio hasta a 3.158 personas. La única protección que tenían, de hecho, los que se encontraban en ese momento en la ciudad.
Estaban todos concentrados en Marqués de Campo, calle Diana, en la plaza del Mercado (actual Glorieta del País Valencià), calle Pedro Esteve (Pare Pere), Canalejas (De la Mar) y Santiago Reig (Cop).
Aquellos que trabajaban en el puerto y en las fábricas de juguetes, que durante esos tiempos se centraron en la producción de materiales bélicos, tenían su propio refugio. Peor era la situación de aquellos que estaban en el campo, cuya única opción era esconderse o seguir las instrucciones de un folleto enviado por el gobierno en el que se explicaba cómo construir un simple refugio excavado en la tierra.
Un refugio provisional
Pero al menos, en los sótanos de aquellas casas, los vecinos tenían un techo donde resguardarse de forma provisional. Muchos de estos refugios caseros eran pequeños, donde no cabía ni un centenar de personas. Pero otros pudieron ser compartir por casi 400 a la vez.
Hasta que el túnel abrió era lo único que tenían cada vez que sonaba la sirena de alarma, desde el puerto o el castillo, que advertía de la aproximación de aviación. Durante la guerra, Dénia sufrió 37 bombardeos. Además de grandes destrozos y más de un centenar de heridos, las bombas también dejaron a su paso 32 víctimas mortales.
Hoy en Dia a donde nos dirigimos cuando hay peligro/guerra? Hay búnker?