Maite Ahuir, psicóloga de Llunàtics
Cuando hablamos de Terapia Asistida con Animales (TAA) algunas personas creen que es psicología para animales, pero no es eso, sino que se trata de colaborar con los animales como herramienta terapéutica para poder ayudar a personas con problemas o diversas patologías.
La Terapia Asistida con Animales consiste en un proceso terapéutico en el que se evalúan las necesidades de la persona, se proponen unos objetivos a cumplir, se lleva a cabo un proceso terapéutico reglado seguido de un registro de lo sucedido en la sesión y una evaluación post-sesión. Han de impartirse varias sesiones.
Es imprescindible que en el equipo haya un terapeuta licenciado o diplomado en ciencias sociales, sanitarias o educativas que tenga amplios conocimientos sobre las características de la discapacidad física/mental, entre otros. La formación en TAA la considero imprescindible, pero no sólo en el terapeuta titulado, sino en los miembros del equipo, voluntarios incluidos. Y es que la terapia no la puede llevar a cabo una persona sola, sino que se necesitan (en el caso de trabajar con caballos) en la mayoría de casos como mínimo tres o cuatro personas. Según en qué caso pueden aumentar.
Hay otras actividades con animales, pero no se consideran terapia al no cumplir con los requisitos anteriores (evaluación, proceso terapéutico, establecimiento de objetivos, participación de un terapeuta), aunque deben cumplirse unos criterios específicos (entrenamiento del animal, seguridad, etc. ) para poderlas llevar a cabo.
Dentro de las diferentes modalidades de TAA nos encontramos con la Terapia Ecuestre (TE). Podríamos creer que simplemente una persona que sepa manejar un caballo ya puede hacer TE, y encima ella solita con el paciente y no es así. Sería una gran irresponsabilidad. Se necesita contar con un equipo multidisciplinar adecuadamente formado en la materia.
Para trabajar no vale cualquier caballo, sino que ha de ser un caballo evaluado y elegido a conciencia, entrenado ex profeso y que no ejerza ninguna otra actividad paralela.
En mi proceso de formación sobre este tema he podido sentir algunos beneficios este fin de semana. He estado a lomos de un precioso caballo terapeuta, acostada sobre él de un modo específico y he podido sentir su calor, su respiración, su ritmo, su potencia y su calidez. ¡Casi me duermo de lo relajada que me he quedado!. ¿¡Qué beneficios no conseguirá este maravilloso animal!?. Pues está constatado que se logran beneficios en la socialización, emocionales, cognitivos, físicos, psicomotores, mejorando sin duda la calidad de vida de las personas.
Además, estos animales son animales amados, respetados y cuidados hasta límites insospechados…Cualquier actividad interactiva humano-animal que sirva para mejorar la calidad de vida de las personas, amando, cuidando, valorando y respetando a los animales, ¡bienvenida sea!. Que paséis un buen verano, estudiantesconasignaturascolgando incluidos.
