Desde hace varios años los tapones de plástico están teniendo una neva utilidad: ayudar a las personas que lo necesitan. La Federació Marina Alta Solidaria lo sabe, y ha conseguido ya varios retos recogiedo tapones. El último, la adaptación del coche de los papás de Alberto, un niño que padece pelizaeus merzbacher, una de las enfermedades raras que en España solo sufren ocho niños.
Tras haber conseguido este objetivo, los esfuerzos ahora se destinarán a otra pequeña, Irene, que necesita una operación en la mano derecha para ganar movilidad y, por tanto, una mejor calidad de vida.
Desde la federación agradecen la colaboración de todas las personas que de manera anónima colaboran asíduamente con la recogida de tapones, así como la de los ayuntamientos de Dénia, Xàbia, la Xara, Teulada, Poble Nou de Benitatxell, y a las empresas Segaria Plastics y Urbaser que están haciendo posible que el proyecto de tapones continúe en marcha.
