El pasado mes de junio se celebró en Dénia la clausura del proceso diocesano de la beatificación del Pare Pere con la firma de las actas y la entrega de la documentación que el Delegado Episcopal para las Causas de los Santos llevó a Roma. Dentro de ese proceso se incluía la apertura del sepulcro del franciscano, actualmente en la Iglesia de la Asunción, para corroborar que el cuerpo seguía incorrupto. Esa ceremonia tuvo lugar a finales del mes de mayo, tal y como explicó la notaria adjunta del proceso diocesano de la beatificación del ermitaño, María Asunción Sotillo, y la información sobre el estado del cuerpo se adjuntó al informe de beatificación.
Ahora, dos meses después de esa apertura, el usuario de Facebook Domingo Peiro ha compartido en el grupo Dénia Antiga una imagen del momento de la apertura, en la que se puede ver que efectivamente el cuerpo está incorrupto. Junto al cuerpo del fraile fallecido están algunos de los participantes en el proceso diocesano de beatificación del Pare Pere que asistieron a la ceremonia en la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción.
La publicación de la imagen ha suscitado cierta polémica, ya que algunas personas consideran que no es necesario mostrar esa fotografía "por respeto al Pare Pere", opinión que choca de frente con los fervorosos del fraile, que agradecen que se comparta para demostrar que merece ser beatificado. Lo cierto es que cuando se cumplieron 300 años de su muerte la ciudadanía pudo tener acceso al sepulcro y observar en directo el estado del querido dianense Pedro Esteve, el Pare Pere.
El fraile franciscano murió en 1658 en el Real Convento de San Francisco de Valencia. En un primer momento fue enterrado en una fosa común y después a una tumba cubierta de manises. Cuando ese lugar se convirtió en cuartel, en el año 1839, hallaron su cuerpo incorrupto en una caja forrada de terciopelo carmesí con herrajes dorados, y fue trasladado a la Catedral de Valencia. Tiempo después la ciudad de Dénia solicitó sus restos, que reposaron hasta 1935 en el Archivo Municipal. Fue entonces cuando, a petición del párroco, su cuerpo se trasladó a la Iglesia. Durante la Guerra Civil Española los restos reposaron en el cementerio municipal, y una vez finalizó se trasladaron definitivamente de nuevo a la Iglesia, donde aún hoy reposan.
Es absolutamente increíble lo bien que está para fallecer hace 300 años y no tener ningún tratamiento de momificación. Que gran hombre y religioso. Debería ser más conocido fuera de Denia. Un lujo para Denia. Un ejemplo. Dios sabrá el porqué de estas cosas.