A pesar de que la historia se repite cada año, los moros no desisten e intentan vencer. Pero no es posible. La historia está escrita y cada 16 de agosto Dénia vuelve a manos de los cristianos.
Un millar de personas presenciaron en la plaza del Consell la Arenga cristiana y el posterior milagro de la niebla que dejó como vencedores a los cristianos que este año dirigía Salvador Gil. Tras los enfrentamientos verbales entre los embajadores comenzó la batalla entre los soldados y guerreros. Finalmente los capitanes, Salvador Gil y Mabel Buigues, se enfrentaron cara a cara hasta que el cristiano consiguió recuperar el dominio de la ciuda tras cuatro intensos días de fiestas.