Que la música es un bálsamo para cualquier persona en cualquier momento es algo innegable. Pero ahora también sabemos que es capaz de reducir el dolor de los pacientes oncológicos. Ha sido una de las conclusiones que se han presentado en la segunda jornada del Congreso Internacional de Espacios de Arte y Salud que estos días se celebra en el Hospital de Dénia.
Esta afirmación la realizó la doctora Cheryl Dileo, durante la presentación de su ponencia Música y Medicina: el estado de la cuestión. Se trata de un riguroso estudio sobre los efectos de la música en distintos tipos de pacientes: cardiópatas, con respiración asistida, con daño cerebral adquirido y oncológicos.
En este sentido, la Dra. Dileo distinguió entre dos tipos de intervenciones musicales: la músico-medicina, que es la escucha activa de música grabada, y la musicoterapia, con música en directo y en la que se establece una relación con el paciente.
Entre las conclusiones del estudio, refrendadas por 52 estudios en los que han participado más de 3.700 pacientes, se encuentra que la música reduce significativamente los niveles de depresión en pacientes con cáncer, reduce consistentemente la angustia en pacientes cardiológicos, aumenta considerablemente la calidad de vida en los pacientes oncológicos y paliativos, mejora el ritmo cardíaco, el respiratorio y la presión arterial. Además también mejora la calidad del sueño de los pacientes y supone una posible reducción de la sedación y la analgesia en pacientes con respiración asistida.