Esta semana el alcalde de Dénia, Vicent Grimalt, y la reelegida presidenta del CEDMA, Sonja Dietz, han mantenido una primera reunión que ha servido como toma de contacto para concer tanto al nuevo ejecutivo local como a la nueva directiva del Cercle Empresarial de la Marina Alta.
Grimalt estuvo acompañado por los ediles Rafa Carrió y MªJosep Ripoll, mientras que Dietz acudió junto a Antonio Vargas y Paco Català, nuevos delegados de Urbanismo e Infraestructuras en la junta directiva.
Desde el Cercle se mostraron especialmente preocupados por el urbanismo de la ciudad y la estrategia a seguir por el nuevo equipo de gobierno. Al respecto, la concejala de Territorio indicó que desde la investidura está trabajando para conocer el departamento y aún no ha podido asignar responsabilidades.
En cuanto al Plan Estructural, alcalde y concejales afirman que se están asesorando sobre la rescisión del contrato del equipo redactor del PGOU y las obligaciones que implica la sentencia a favor de este último. Además, el arquitecto municipal, Rogelio Mira, está elaborando un estudio que revisa todos los informes, positivo y negativos, que acompañan al Plan Estructural propuesto por el anterior gobierno del Partido Popular. A este respecto, la mayor preocupación del CEDMA es la dilación en el tiempo para el planeamiento urbanístico dianense que conllevarán los sucesivos procesos electorales, de tomas de posesión y de estructuraciones.
Otro de los temas que se expuso fue el alcantarillado Rotes-Montgó. El equipo de gobierno prevé un encuentro con la Confederación Hidrográfica del Júcar para abordar el asunto. Pero podría ser que, dado que la dirección del ente depende del Ministerio de Medio Ambiente, no se tome ninguna medida hasta después de los comicios.
Plan Confianza
El alcalde trasladó a la directiva del CEDMA su intención de desarrollar los proyectos pendientes y no perder los fondos preasignados. En primer lugar, se asfaltará las calles que ya dispongan de todos los servicios. Después tendrán que buscar nueva ubicación para la estación de autobuses, ya que no puede ser ubicada en Torrecremada por ser una zona inundable.
A este respecto, desde CEDMA recordaron la posibilidad de que se traslade a las instalaciones de Baleària Port sin fondo para las arcas municipales, tal y como ofreció la naviera.
Por otra parte, el nuevo equipo de gobierno descarta convertir la antigua lonja de pescado en una oficina de turismo.
