El trayecto, que la naviera dianense Baleària viene realizando desde 2004, tiene una duración de dos horas y media y se realiza a bordo del fast ferry Ramón Llull, el buque de alta velocidad mejor puntuado de la flota de Baleària por parte de los pasajeros que navega a una velocidad máxima de 32 nudos.
Según el delegado de la naviera en las islas, "el servicio ofrecido ayuda a mejorar la ocupación en temporada media y contribuye a desestacionalizar el turismo en la isla y a facilitar el desplazamiento de los visitantes nacionales a Formentera, más allá de los meses de julio y agosto".
Formentera, el último paraíso del Mediterráneo
La Isla de Formentera mantiene actualmente unos paisajes casi vírgenes y unas construcciones que respetan la naturaleza. Con un 75% de superficie declarada Parque Natural, las construcciones no superan las tres plantas, y desde hace 35 años no se construyen nuevos hoteles en la isla.
Una de las formas más fáciles y cómodas de disfrutar de la isla es en bici o en moto, ya que son numerosos los locales que ofrecen al visitante la posibilidad de alquilar alguno de estos vehículos para conocer la zona.
Pero si algo destaca de la isla son sus aguas cristalinas. En sus más de 20 kilómetros de playas, el visitante redescubre los colores y tonalidades de un Mediterráneo desconcido, casi tropical, que hacen de Formentera un rincón sin igual muy cerca de nosotros.
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Atardecer en Ses Illetes
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Cala Saona - Formentera
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Fast Ferry Ramón Llull
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Puente de mando del buque Ramón Llull
