Dénia nombra hijo adoptivo al franciscano Enrique Oltra Perales

Desde que hace 31 años tomara las riendas de la ermita del Pare Pere, el franciscano Enrique Oltra Perales se ha convertido en una figura indispensable para comprender, entre otras cosas, la importancia de Fray Pedro Esteve, el Pare Pere.

Tal y como consta en el diploma acreditativo, "por su dedicación a la figura de fray Pedro Esteve, por la labor de adecuación y conservación de la ermita a él consagrada y de su entorno y por ser promotor de la causa de beatificación del Pare Pere gracias a los años de investigación y estudio de su vida obra", el pasado 18 de diciembre el pleno de la ciudad aprobó su distinción como Hijo Adoptivo de la ciudad de Dénia.

En el acto homenaje, celebrado en el Centro Social de la ciudad, Enrique Oltra estuvo arropado por familiares y amigos, así como por las entidades que aprobaron esta concesión: ADEMAR, Asociación de ex alumnos del colegio Maristas; Llar de Jubilats i Pensionistes; Asociación Ciudadana Pro Residencia Municipal Santa Lucía; Associació de Veïns del Montgó; Rotary Club de Dénia; Cofradía de Pescadores; Associació d’APOTECARIS de la Marina Alta; Real Club Náutico de Dénia; Club de Tenis de Dénia; Asociación de Lucha contra el Cáncer de Dénia; Asociación de Diabéticos de Dénia y comarca; AEHTMA; CEDMA; Asociación de Amas de Casa; Gent de Dénia, La Xara i Jesús Pobre; Club U.C. Montgó; Asociación de Bolilleras de la Marina Alta; ACORD, Asociación de Colombianos Residentes en Dénia; Agrupación de Voluntarios de Protección Civil; Federació Marina Alta Solidària; Fundació Dénia y Peña Taurina Maestranza.

Fue Enrique Chiner, miembro de la Comisión de feligreses de la ermita del Pare Pere, quien solicitó en el año 2013 el nombramiento del franciscano. En nombre de la Comisión tomó la palabra Emilio Gavilà, que realizó un extenso repaso por la figura del franciscano y su biografía, destacando la importante labor en pro de la beatificación del Pare Pere.

Por su parte, el protagonista de la noche no pudo reprimir la emoción al recordar sus inicios en la ciudad de Dénia, con pocos feligreses acudiendo a la ermita, y el crecimiento que ésta había sufrido. Con el recuerdo de su hermano y sus padres pudimos ver al franciscano más emocionado, que finalizó firmando en el libro de honor de la ciudad con las palabras: "Mi tierra es Carcaixent pero mi ciudad es Dénia. Carcaixent me dio la vida y Dénia me da la gloria de ser su ciudadano".